Parte I – Bienes

12 Trabajo humano – un bien especial

Los bienes que se han de reunir para formar las condiciones que garantizan la creación de un nuevo bien se denominan medios de producción. Estos constituyen medios necesarios para la elaboración de los bienes, aunque aún no son suficientes, puesto que a ellos se ha de añadir un ingrediente fundamental – el trabajo humano vivo.

A continuación se hace un pequeño paréntesis para acentuar la diferencia entre medios de producción y un medio de producción específico – el trabajo humano.

El modelo propuesto inicialmente aquí, a diferencia de la gran mayoría de los modelos económico-matemáticos existentes, está basado en la separación y distinción significativa del recurso “trabajo humano”, expresado en su unidad de medida – tiempo de trabajo en horas, del resto de los recursos.

El hecho de que este recurso se encuentra presente en la elaboración de cualquier bien le concede una especificidad que justifica un estudio centrado en él.

Pero no solo eso. Las razones expuestas a continuación son mucho más importantes.
Pretendiendo que este estudio tenga un carácter humanitario social nos aferramos a la siguiente declaración:

El tiempo es el bien más preciado con que cuenta el individuo.

El tiempo individual se destina básicamente a  dos actividades: al trabajo y al ocio, al proceso de producción y al proceso de consumo.

 Cómo se conjugan estas dos esferas, y cuán consciente es el individuo de la relación entre una y otra es una de las claves de aproximación al entendimiento de las fuentes de satisfacción individual y colectiva.

En su función productiva la fuerza de trabajo del individuo juega un marcado papel social.

Como capacidad abstracta de intervenir en el proceso de producción de todos los bienes es el factor principal de la economía que difícilmente se puede sobrevalorar.

Los estudios de economía que la relegan a un papel similar al de cualquier otro medio de producción menoscaban su importancia como fuerza motriz y factor principal en todos los procesos de creación de riqueza.

De esta manera eluden la necesidad de explicar las causas de la desigualdad de distribución de la riqueza.

Tales estudios persiguen, además, otro sofisticado objetivo: el de proteger los intereses de quienes tratan de mantener esta situación de distribución desigual, frente esta misma fuerza que, además de capacidad abstracta para producir bienes (factor económico) posee otra capacidad de transformación de relevancia social mucho más allá del ámbito económico – la conciencia social y su capacidad de realizar acciones encaminadas a transformar la propia sociedad.

Valga el paréntesis, en adelante se excluye la fuerza de trabajo del conjunto de los medios de producción; a menos que en un momento determinado se estudie cómo ésta puede presentarse en la superficie como tal.

A la fuerza de trabajo en conjunción con los medios de producción se les denomina en ocasiones fuerzas productivas.

Paso en lo que sigue a entrar en detalles sobre proceso de creación de los bienes a partir de los medios de producción.