La única descripción completamente fiel de la realidad es la propia realidad.

Un estudio de un fenómeno determinado comienza por establecer sus factores cualitativos y cuantitativos observables.

Estos factores o elementos básicos forman las piezas con la ayuda de las cuales se va ensamblando una teoría.

Las piezas y sus propiedades observables se fijan en relaciones, que se abstraen a modelos sobre los cuales se realizan manipulaciones.

Estas manipulaciones nos descubren propiedades emergentes del fenómeno estudiado.

Vistas desde otro ángulo, estas propiedades emergentes pueden ser observables también, independientemente de sus elementos constituyentes, objetos de la primera observación.

Partiendo de los primeros y arribando a través del modelo abstracto a ciertos resultados se realiza la primera parte de un estudio, se llega a las principales conclusiones.

La segunda parte consiste en la observación independiente de las propiedades emergentes y en demostrar su congruencia con los resultados esperados según la predicción del modelo abstracto.

Es la fase experimental del estudio, donde se corrobora su validez.

Por cuestiones de tiempo y limitaciones evidentes, el estudio que se plantea a continuación se centrará principalmente en la primera fase.

Como base de inicio de una segunda fase me limitaré a presentar algunos ejemplos, con elementos tomados en gran medida al azar, y cuyo objetivo es comprobar numéricamente algunas formulaciones para generar una mejor visión de los fenómenos estudiados, sin pretensión de corroborar resultados. De momento lo dejo en una fase de intuición de verdad.

Lo que si intentaré en cada caso, al introducir nuevas magnitudes, es dejar claro si en el marco del estudio son tomadas como elementos observables, o bien son propiedades emergentes resultantes de la relaciones modeladas.

Un elemento fundamental del estudio que se presenta son los bienes y por esa razón se parte de ellos a continuación.