Dependencia de la estabilidad del consumo de la planificación de la producción
La producción diaria global de la sociedad, expresada en tiempo total invertido en un día, está determinada por la duración de la jornada laboral tw. Asumimos que todos los individuos participan por igual en la producción y que se aprovecha al máximo el tiempo destinado a esta actividad, por lo que la aportación individual en un día es igual a la jornada laboral en horas. La producción total diaria se determina entonces por la fórmula
.
Para mantener un nivel de consumo dado tiene que cumplirse la condición de que la producción diaria es mayor que, o por lo menos igual al consumo diario, que matemáticamente se expresa de la manera siguiente:
,
o vectorialmente:
Se introducen los coeficientes cpi de consumos individuales diarios de los medios de producción, tales que
,
y se le va a denominar a C1p matriz fila de consumos individuales diarios de los medios de producción.
Entonces la fórmula anterior se puede reescribir de la siguiente manera:
.
Los coeficientes cpi aportan una medida temporal de necesidades de consumo de los medios de producción. A ellos se ha llegado partiendo de unas necesidades de consumo de la sociedad objeto de estudio. Esto no significa que la producción real responde necesariamente a las condiciones expuestas, más bien lo contrario, que cuando no se cumple la condición dada, la producción puede no llegar a cumplir su función primordial (razón de ser) de satisfacer todas las necesidades de la población. Una sociedad que pretenda hacer realidad la razón de ser de la producción, es decir poner como su meta principal la satisfacción plena de las necesidades de sus miembros, tendría que sentar como una de las bases de su planificación económica la condición que aquí se expone. A diferencia de los consumos individuales diarios de los medios de consumo, que son una magnitud más palpable, que se puede calcular directamente según las necesidades de consumo de los miembros de la sociedad, los consumos individuales diarios de los medios de producción son unas magnitudes mucho más abstractas, puesto que se refieren a objetos cuyos cuerpos físicos no se encuentran directamente en la esfera de consumo, sino que es solo su espectro el que se presenta allí, su equivalente en horas de trabajo pretérito encerrados en los medios de consumo, cuando la desaparición física de sus cuerpos, su verdadero consumo, su desgaste, ocurrió ya anteriormente dentro de otra esfera, dentro de la esfera de la producción. Pero aquel consumo en si no significaba nada para la sociedad hasta el momento en que los bienes que con ellos se consiguió comienzan a realizar efectivamente dentro de la esfera del consumo su función para los que fueron concebidos, es decir su función como medios de consumo destinados a satisfacer necesidades de los miembros de la sociedad. Una vez que estos medios de consumo empiezan a desaparecer, siendo devorados por el consumo humano, comienza a desaparecer también el espectro de las horas equivalentes de trabajo pretérito en ellos encerrado, lo que significa que se ha de invertir esas mismas horas para volver a recrear todas las condiciones que conllevaron a la obtención de los medios de consumo. En una sociedad donde imperan las relaciones monetario mercantiles, esta regulación de las necesidades de restablecimiento de las condiciones de la producción no ocurre de una manera planificada, sino que se regula a partir de impulsos provenientes de la esfera de consumo, que se transmiten a todo el sistema hasta sus bases por medio de los mecanismos que se conocen como la oferta y la demanda. Esto en gran medida ocurre de una manera caótica y la satisfacción de las necesidades de los individuos puede verse gravemente afectada por este juego objetivo que, sin embargo, resulta beneficioso para determinados actores del proceso económico.